La última incorporación al Borgo
Después de un verano agitado en el que también me presentaron nuevas actividades obligatorias como limpiar apartamentos, lavar la ropa de cama, planchar y hacer las camas, finalmente hubo algo de paz en la vida.
En septiembre decidí ponerme manos a la obra inmediatamente y empezar con el trabajo que aún me espera. Pero a veces tanto tu cuerpo como tu mente te dicen: Para. Espera un minuto. Tómalo con calma.
Sin embargo, quedarme sentado no es lo mío, así que decidí hacer algo, pero a un ritmo mucho más lento. Había y todavía hay mucho trabajo por hacer. Ahora también sé que la renovación de esas antiguas casas de piedra natural puede que nunca se termine por completo.
En agosto ya tenía dos habitaciones llenas de todo tipo de cosas, incluidos equipos y herramientas. Pero también llega el invierno y aquí en el campo eso significa comprar leña, comprar pellets, limpiar la chimenea y preparar las habitaciones.
La nueva zona común
Dos habitaciones llenas de cosas. Eso era lo que más temía. El único camino era seguir adelante: vaciar una habitación y llenar aún más la otra. Para el área común con la cocina primero tuve que alicatar. La vieja chimenea resultó no ser muy confiable y se producía pérdida de humo en la habitación, por lo que hubo que retirarla y seleccionar e instalar una nueva estufa de leña. Renovar completamente la electricidad, renovar las tuberías de agua y conectar el gas. Incluso a un ritmo más lento, todavía se necesitan fácilmente dos meses de trabajo. Pero finalmente ha llegado el momento. La zona común con recepción, estufa de leña, mesa grande, vinoteca y rincón de preparación de café y zumos y cocina ya está finalmente terminada. Excepto algunos detalles, por supuesto :)
El garaje y el taller
¿Y qué me parece más feliz: la nueva zona común o el nuevo espacio de trabajo en el garaje, que casi parece una cueva de hombres y donde por fin, después de tantos años, se pueden encontrar de forma ordenada todas las herramientas, tornillos, tuercas y clavos?
Redes sociales
Mientras tanto, a principios de diciembre decidí dejar de hacer vídeos de actualización semanales para YouTube y centrarme más en Instagram. Todo es parte de la vida hoy en día, pero no puedo decir que las redes sociales y yo algún día seremos mejores amigos. Realmente no me conviene añadir historias todos los días y tampoco conviene a este lugar, donde hay espacio para descansar y coger nuevas energías.
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